El e-learning tiene la capacidad de estimular nuestros sentidos de maneras sorprendentes, pero muchas veces nos limitamos a la vista y el oído sin aprovechar todo su potencial. En este artículo, exploramos cómo podemos enriquecer la experiencia educativa a través de los sentidos, las emociones y la creatividad, para generar un impacto profundo y duradero.
noviembre, 2024
Como todos sabemos, nos enseñaron que tenemos cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Pero, ¿qué pasa cuando aplicamos esta premisa al e-learning? En un mundo dominado por pantallas y audífonos, la vista y el oído parecen llevarse todo el protagonismo. Pero, ¿es suficiente? ¿Estamos realmente aprovechando todo el potencial sensorial para mejorar el aprendizaje, o nos estamos quedando cortos?
Bueno, ¿Y qué pasa con los demás sentidos? A menos que estés planeando lamer tu pantalla o acariciar tu teclado (lo cual no recomendamos, por razones obvias), tendremos que conformarnos con la vista y el oído dos por ahora. Pero la realidad es que incluso cuando nos centramos solo en la vista y el oído, hay mucho espacio para la mejora.
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